La selección de proyectos de auditoría a incluir en el plan anual de auditoría es uno de los más importantes problemas que confronta la gerencia de auditoría. Si se desean lograr los objetivos de la función de auditoría interna, se deben asignar los recursos disponibles de una manera efectiva y eficiente. Las fallas en la selección de los proyectos adecuados resultarán en oportunidades no aprovechadas de mejorar el control y la eficiencia operativa.
Subyacente al plan de prioridades de auditoría está la suposición de que la evaluación de los proyectos potenciales de auditoría será más efectiva si se sigue un proceso formal para obtener la información necesaria para tomar las decisiones de selección de proyectos. El enfoque que se describe en las siguientes líneas es básicamente una estructura en la cual aplicar el sentido común y el juicio profesional.
El universo de auditoría al cual se aplicará el plan de prioridades de auditoría será determinado por los gerentes de auditoría y el director de auditoría interna. Su determinación del universo de auditoría estará basada en el conocimiento del plan estratégico y de las operaciones de la compañía, la revisión de los cuadros de organización, funciones y responsabilidades de los distintos componentes de la empresa y discusiones con el nivel gerencial responsable.
La metodología que se presenta es relativamente simple, sin embargo, en la gran mayoría de los casos, es suficiente para alcanzar decisiones de selección de proyectos razonables, prudentes y por sobre todo defendibles.
El Análisis de Riesgos constituye una herramienta muy importante para el trabajo del auditor y la calidad del servicio, por cuanto implica el diagnóstico de los mismos para velar por su posible manifestación o no.
Los profundos cambios que ocurren hoy, su complejidad y la velocidad con los que se dan, son las raíces de la incertidumbre y el riesgo que las organizaciones confrontan. Las fusiones, la competencia global y los avances tecnológicos, las desregulaciones, y las nuevas regulaciones, el incremento en la demanda de los consumidores y de los habitantes, la responsabilidad social y ambiental de las organizaciones así como, la transparencia generan un ambiente operativo, cada día más riesgoso y complicado, surgiendo en adición nuevos retos con los cuales lidiar, resultado de los problemas que se presentan en las organizaciones que operan al margen de la ley o de conductas éticas.
La administración de riesgos en un marco amplio implica que las estrategias, procesos, personas, tecnología y conocimiento están alineados para manejar toda la incertidumbre que una organización enfrenta.
Por el otro lado los riesgos y oportunidades van siempre de la mano, y la clave es determinar los beneficios potenciales de estas sobre los riesgos.